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Murgil, camino de sufrimiento para ganar la Clásica San Sebastián

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Alex Aranburu y Mikel Iturria, en plena ascensión de Murgil Bidea. / LOBO ALTUNA

  • Los 1.800 metros que conducirán a la nueva subida de la Clásica San Sebastián tienen algunos tramos con porcentajes que van desde el 14,59 % al 22,9% pasando por otro del 19,81 %

  • Mikel Iturria, Alex Aranburu y Jon Odriozola (Murias) destripan el final de la carrera en Igeldo

El día acompañó. Fue una jornada luminosa, con sol, plena, al atardecer, sin ruidos y el paisaje resultó espectacular, o mejor dicho, es espectacular. El nuevo final de la 36 edición de la Clásica de San Sebastián por Murgil Bidea dará una nueva dimensión a la prueba. Es mucho más abierto que Bordako Tontorra, igualmente duro, con una carretera en muy buen estado, rampas importantes y espacio a ambos lados de la ascensión para que se coloquen los aficionados.

Mikel Iturria, Alex Aranburu y su director, Jon Odriozola, componentes del equipo Euskadi-Murias, destriparon para DV esa ascensión que recibió elogios tanto por los que fueron en la bicicleta como por los que estuvimos en el coche. Los datos de la ascensión, que tiene 1.800 metros, son los siguientes: el tramo más largo de mayor desnivel tiene 918,97 metros, con un porcentaje medio del 14,59%. Otra de las zonas de mayor porcentaje se concentra en un tramo de 116,64 metros, con un porcentaje medio del 19,81%, y luego queda un tramo de 56,55 metros con un porcentaje medio del 22,99%. El GPS Garmin que llevaba Mikel Iturria daba también unos altos de porcentajes.

«A nosotros nos han salido 1.600 metros. La entrada a toda la parte final es dura. Los primeros seiscientos metros no son complicados. No conozco Bordako Tontorra pero me parece que es una subida que tampoco es complicada, aunque me imagino que después de doscientos kilómetros de carrera todo se complicará mucho. El máximo porcentaje que me ha marcado el GPS ha sido entre el 17 y el 18%, con alguna zona sobre el 20%. Luego hay otra zona entre el 10 y el 11%, a mitad de la subida. En la parte final te vas al 14 o 15%. La media se queda en un 14%. La carretera está bien asfaltada. Tiene una buena anchura para que puedan acudir los aficionados y puedan pasar los corredores sin problemas. Un coche también pasa fácil», explicaba Mikel, que ha vuelto a retomar una temporada que se le complicó a principios de marzo.

«Me puse enfermo. Comencé bien la temporada con un buen calendario en la Vuelta a Valencia, Murcia, Almería, Andalucía, unas clásicas en Francia y luego fuimos a correr dos pruebas a Portugal», que fue donde le llegaron los problemas. «En la primera terminé un día vomitando. Comencé la segunda muy justo. Tuve días de mucha fiebre. Una semana después, entrenando, perdí la visión y acabé en el hospital. Me hicieron muchas pruebas y todo se quedó en un virus que me afectó. Hasta mitad de abril no pude volver a coger la bicicleta».

Volvería a correr en la Ruta del Sur y el Campeonato de España. Hace unos días ha llegado de entrenar en altura para cumplir otro ciclo de carreras que comenzó en Ordizia, «donde me encontré muy a gusto tanto en la escapada como en la parte final, para correr ahora Getxo y la Vuelta a Burgos». Tanto Mikel Iturria como Alex Aranburu subieron disfrutando de la ascensión.

Para Alex, lo que vio le gustó mucho, «pero también me ha parecido muy duro. Es muy bonita, se hará dura y será de meter mucho desarrollo. Es una ascensión desigual, con tramos que oscilan entre el diecisiete y dieciocho por ciento, hay otros entre el once y el doce por ciento y dependiendo del ritmo al que vaya la carrera, después de doscientos kilómetros, se complicará mucho. Habrán pasado dos veces Jaizkibel, otras dos Arkale. Si se junta todo, se complicará», comentaba Alex, que al igual que todos los que cubrimos esa parte final vimos un recorrido espectacular.

La entrada, clave

«Está bien asfaltado, hay un pequeño tramo de cemento al principio, que luego se estrecha algo, para ampliarse más tarde. Todo dependerá de cómo llegue la gente. Bordako Tontorra era de utilizar más desarrollo. Va a ser muy bonita para verla, a los que la hagan en bicicleta tal y como se llegará al final les gustará menos. Es ideal para corredores como Valverde o Purito, a este último le va muy bien», explica Alex, que está contento con la temporada que lleva.

El director del equipo Murias, Jon Odriozola, conoce la Clásica de San Sebastián como corredor y también como director: «El año que estuve en Banesto pasé primero por Jaizkibel (en 2000) y acabó cogiéndome Mikel Zarrabeitia y luego Tchmil. Un día después acabé ganando la Subida a Urkiola. Cuando arranqué iba Francesco Casagrande por delante. También la corrí en 1997, cuando se cambió el recorrido porque el Mundial se corría en Donostia. Estaba con el Batik italiano y para correr la Clásica estuve entrenando con el equipo Aki, en el que estaba Endrio Leoni, un buen esprinter. Me vacilaban. Como director la hice con Euskaltel. Solo se pasaba Jaizkibel y Arkale. Con los cambios el espectáculo ha ganado muchísimo. Le faltaba otro puntito para darle más emoción y lo han conseguido».

Dice que le gusta el nuevo final: «No es excesivamente duro, tiene algunos descansos, son repechos cortos que a corredores como Simon Yates o Van Avermaet le van muy bien. Lo que he visto me ha gustado mucho. Una clave importante será la colocación. Para entrar delante con el embudo que se va a formar habrá mucha lucha. Será muy importante colocarse bien. La primera parte de la ascensión es estrecha. La labor de muchos equipos será la de colocar a su mejores corredores en buena posición».

Jon, que sigue trabajando a la búsqueda de que el equipo Euskadi-Murias esté el próximo año en categoría Continental Profesional, afirma mostrarse «orgulloso del equipo, que está asumiendo una temporada muy exigente y están cumpliendo más que bien. Hemos hecho buenos resultados, colocando corredores entre los cinco primeros. Hemos corrido bastante en pruebas en las que ha habido formaciones WorldTour, como en la Ruta del Sur, en la que tanto Mikel Bizkarra como Gari Bravo estuvieron con los mejores en muchos momentos».

Con la moral siempre a tope, el técnico oñatiarra afirma que «tenemos corredores de futuro como Alex Aranburu o Imanol Estévez y otros han dado un paso delante. Hemos tenido el reconocimiento de muchos organizadores, de equipos del WorldTour, de gente del ciclismo. Sigo diciendo que mis corredores están mejorando y cada vez más preparados para asumir pruebas de más nivel. Es cuestión de tiempo».

Murias sigue trabajando en ese proyecto que le pueda permitir dar un salto de categoría que le permitiría correr, por ejemplo, una prueba como la Clásica de San Sebastián o la Vuelta al País Vasco en un un futuro cercano.