José Luis Arrieta, presidente de Organizaciones Ciclistas Euskadi (OCE), se ha pasado las horas desde que finalizó la Clásica de San Sebastián pegado a un teléfono y rodeado de papeles después de una prueba en la que se le amontonaron los problemas.
Todo el grupo que forma OCE, los organizadores de la prueba y de la Vuelta al País Vasco - que no viven de esto, tienen sus trabajos- se encuentra bastante tocado con todo lo sucedido en la Clásica San Sebastián. Arrieta ve dos problemas totalmente diferentes que hay que diferenciar al hablar de lo sucedido: «Una situación se produce por la falta de imágenes en directo de ETB y la otra, que podría relacionarse con ésta, tiene que ver con el accidente de una moto con Van Avermaet», matiza.
Comenzando por la falta de imágenes, José Luis Arrieta explica que «en plena carrera, después del primer paso por Jaizkibel (a 60 kilómetros de la meta), los realizadores de ETB en el Boulevard nos explican que el avión que sobrevuela la prueba y ejerce de equipo transmisor de las imágenes tiene problemas en uno de los motores y tiene que aterrizar de emergencia (lo hizo en Hondarribia). Es una situación ajena a nosotros, que sin embargo la sufre la carrera y también nosotros. El helicóptero que tenía ETB volando sólo era para imágenes, no podía realizar el trabajo del avión».
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